¡Sorpresa!
Tu vuelo se ha cancelado o retrasado y vas tener que pasar algunas horas de más
en el aeropuerto. Aquí van 10 consejos para ayudarte a matar el tiempo, salir
del atolladero… y llegar a tu destino.
Evita que esto suceda: Somos consientes, es difícil y hay muchas circunstancias totalmente imprevisibles que por lo general no las controlas o no dependen de ti. Pero por norma general los vuelos por la mañana sufren menos retrasos e incidencias que los de la tarde o la noche. Esta formula no es infalible, pero así si sucede cualquier imprevisto por lo menos tendrás más margen de tiempo para actuar y buscar alternativas.
Conoce
tus derechos: Ok, hay una fuerte tormenta y no vas a volar en las próximas horas, o quizá
tu compañía aérea hizo overbooking y te has quedado en tierra. Ha sucedido lo
inevitable y es importantísimo que conozcas tus derechos. Así podrás reclamar y
gestionar una solución al problema con unos cuantos ases en la manga: desde que
cubran tus gastos de manutención hasta que te consigan un hotel o transporte
alternativo.
Actúa
rápido: Aunque a menudo los avisos y confirmaciones llegan a última hora,
siempre es buena idea contactar con la familia y amigos para avisar del
percance. Quizás desde la distancia puedan ayudarte a encontrar alguna manera alternativa
para que llegues a tu destino. Y si la cancelación o el retraso suceden en el
viaje de ida, llama al hotel en el que te vayas a alojar para modificar la
reserva. Si tienes internet, incluso podrías cambiarla desde el aeropuerto, sin
tener que llamar al extranjero.
Explora
el aeropuerto: Ya que tendrás que pasar unas cuantas horas más de las que planeaste inicialmente
en el aeropuerto, es el momento perfecto para explorar con calma sus rincones y
las tiendas del duty free. Y, de paso, prueba perfumes, pide muestras y
descubre nuevos y curiosos productos. Así podrás distraer tu mente
mientras esperas…
Viaja
con un seguro de viajes: Viajar con una tarjeta de asistencia siempre es garantía de que tus problemas serán
más fáciles de solucionar. Contratar un seguro de viaje es un pequeño coste que
puede salir verdaderamente a económico si sucede lo imposible. Asegúrate bien de la cobertura que tendrás y procedimientos a seguir en el concurso de alguna eventualidad. Algunas tarjetas de crédito
incluyen seguros de viaje, así que no está de más consultar e investigar un
poco.
Haz
amigos: Hacer amigos nunca está de más. Y más aún si los une un contratiempo
como estar atrapados en un aeropuerto sin poder volver a casa… o sin poder
llegar a tu destino. Es una situación tensa, pero si te ganas la simpatía del
personal del aeropuerto seguro que todo se soluciona antes… o si no, por lo
menos te la pasarás mejor. Intentar poner buena cara al mal tiempo también te
puede servir para conocer a pasajeros con historias interesantes, y quizás
hacer amigos para siempre.
Cuélate
en una Sala VIP: No es lo más sencillo del mundo y siempre ayuda si tienes una
tarjeta que te acceso (como algunas de crédito o de fidelización de aerolíneas)
pero sin lugar a dudas pueden hacer tu espera mucho más placentera. Suelen
tener sillones más cómodos, espacios ideales para descansar y un entorno mucho más
tranquilo y relajado que el resto del aeropuerto. Lo dicho… No es fácil, pero
siempre puedes preguntar. Además, en algunos casos no son exclusivas y se puede
acceder a ellas por un par de dolares, dependiendo del aeropuerto. Más barato que un hotel y más cómodo que
la sala de espera, sin lugar a dudas.
Busca
un lugar para dormir: Y ponte cómodo. En
caso de que no tengas derecho a una noche de hotel cerca del aeropuerto, busca
un buen lugar en el que pasar la noche e intenta descansar. Puede ser difícil,
pero si tienes a mano un antifaz, unos tapones y una mantita ligera seguro que
puedes dormir algunas horas, reponer fuerzas y llevar mejor la faena de
sentirte abandonado en un aeropuerto. Si tienes algo más de presupuesto,
siempre puedes intentar encontrar habitación en algún hotel cercano.
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